Desde que era niña me gustaba mucho el origami (arte japonés de hacer figuras con papel). No recuerdo cuántos años tendría la primera vez que hice una figura. Lo cierto es que estando en primaria pasaba mis días haciendo origami. Recuerdo que la escuela me resultaba aburrida, así es que bajo el pupitre hacía origami. Era capaz de hacer pajaritos de papel (que recientemente descubrí el nombre correcto son "grullas") sin ver, así es que mientras fingía prestar atención a clases hacía grullas.
Oh, eso me recuerda haber visto también en esa época en el programa 60 minutos a una persona hacer grullas de origami sin ver, pasaba sus brazos por la espalda y así las hacía. Recuerdo haber pensado: "y por eso está en 60 minutos? hasta yo puedo hacerlas!!". Y esa habilidad me servía para hacerlas sin que lo notaran en la primaria.
En ese entonces también me encantaba leer. Y tal vez derivado de tanta lectura me gustaba escribir pequeños cuentos. Así que hacía grullas de origami de diferentes tamaños pretendiendo que era toda una familia. Hacía un globo de origami también el cual abría por la mitad simulando ser el nido. Hacía globos de origami más pequeños a los cuales les insertaba una pequeñísima grulla de origami y tenía ya un huevo. Y finalmente recortaba hojas en pequeñas partes y escribía toda una historia sobre esas grullas que hacía. No se que clase de historias podía inventar al respecto, lamentablemente no guardé ninguno de esos pequeños libros, pero así pasaba mis días en la primaria.
Y hablando de grullas, pienso hacer 1,000 grullas. Veremos en cuanto tiempo las termino.
Oh, eso me recuerda haber visto también en esa época en el programa 60 minutos a una persona hacer grullas de origami sin ver, pasaba sus brazos por la espalda y así las hacía. Recuerdo haber pensado: "y por eso está en 60 minutos? hasta yo puedo hacerlas!!". Y esa habilidad me servía para hacerlas sin que lo notaran en la primaria.
En ese entonces también me encantaba leer. Y tal vez derivado de tanta lectura me gustaba escribir pequeños cuentos. Así que hacía grullas de origami de diferentes tamaños pretendiendo que era toda una familia. Hacía un globo de origami también el cual abría por la mitad simulando ser el nido. Hacía globos de origami más pequeños a los cuales les insertaba una pequeñísima grulla de origami y tenía ya un huevo. Y finalmente recortaba hojas en pequeñas partes y escribía toda una historia sobre esas grullas que hacía. No se que clase de historias podía inventar al respecto, lamentablemente no guardé ninguno de esos pequeños libros, pero así pasaba mis días en la primaria.
Y hablando de grullas, pienso hacer 1,000 grullas. Veremos en cuanto tiempo las termino.
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